En las últimas décadas el pádel se ha convertido en uno de los deportes más populares en España. Con su creciente práctica ha aumentado la incidencia de lesiones asociadas. Al ser un deporte dinámico que combina movimientos explosivos, los jugadores suelen sufrir dolencias musculares y articulares típicas. A continuación veremos las lesiones de pádel más habituales y cómo la fisioterapia especializada ayuda a tratarlas y prevenirlas.
Las lesiones más comunes en el pádel son las siguientes:
Epicondilitis lateral (codo de tenista): Inflamación de los tendones del codo por golpes repetitivos. Es una de las lesiones más frecuentes en pádel y produce dolor en el epicóndilo lateral irradiado al antebrazo. Se asocia a técnica incorrecta o empuñadura inadecuada.
Tendinitis de hombro (manguito rotador): Dolor e inflamación de los tendones del hombro por golpes por encima de la cabeza (smash, remate) o movimientos repetitivos. El manguito rotador es muy exigido en pádel y puede sufrir tendinopatías que limitan la abducción o rotación del brazo.
Esguince de tobillo (y de rodilla): Giros bruscos y cambios de dirección causan torceduras de tobillo o rodilla. El esguince de tobillo, que afecta a los ligamentos laterales, es también muy común. Otros esguinces frecuentes son los de rodilla y lesiones meniscales por apoyos inestables
Dolor lumbar: Los constantes giros y saltos pueden generar lumbalgias o “dolor de espalda” en la zona baja. Al llegar a pelotas bajas el jugador sobrecarga la musculatura lumbar, lo que provoca dolor crónico en muchos deportistas de pádel.
Roturas fibrilares (desgarros musculares): El esfuerzo explosivo en arrancadas puede causar desgarros en gemelos, isquiotibiales o cuádriceps. La “pedrada” en gemelo es típica al calentar mal o en fatiga muscular al final de un partido.
Síndrome de la cintilla iliotibial (rodilla de corredor): Irritación de la banda iliotibial en el borde externo de la rodilla, asociada a los movimientos repetitivos de salto y giro en la pista. Suele causar dolor lateral de rodilla y cadera, similar a lesiones de rodilla descritas en la práctica de pádel.

Otras lesiones: También se observan tendinitis de muñeca, condromalacia rotuliana (dolor de rótula), luxaciones de hombro o fracturas por caídas.
En general, la fatiga y los errores técnicos elevan el riesgo.

Tratamientos de fisioterapia deportiva especializada
Para cada una de estas lesiones de pádel, la fisioterapia ofrece un abordaje integral: reducción del dolor, recuperación de la movilidad y fortalecimiento. Los tratamientos incluyen:
Terapia manual: Masajes y movilizaciones articulares específicas alivian la tensión muscular y mejoran la amplitud de movimiento. En lesiones de tendones (epicondilitis, hombro) la terapia manual relaja la musculatura afectada y facilita la recuperación
Electroterapia y técnicas de calor/frío: Se emplean ultrasonido, láser o electroestimulación para reducir la inflamación y acelerar la regeneración de tejidos. Por ejemplo, en epicondilitis el ultrasonido mejora la circulación sanguínea y acelera la reparación del tendón
La crioterapia (hielo) también ayuda a controlar el dolor en fase aguda.
Punción seca: Técnica de fisioterapia invasiva que introduce agujas finas en puntos gatillo musculares. Sirve para liberar contracturas profundas y aliviar el dolor miofascial. En lesiones musculares o tendinosas crónicas (gemelo, cuádriceps, hombro) la punción seca relaja el músculo contraído. Esta intervención complementa el tratamiento conservador cuando hay puntos gatillo activos.
Ejercicios de reeducación funcional: Un fisioterapeuta diseña rutinas de fortalecimiento y propiocepción según la lesión. Incluyen estiramientos específicos de la zona afectada, ejercicios de estabilización articular (por ejemplo, para tobillos y rodillas) y programas de fuerza adecuados al pádel. El objetivo es corregir desequilibrios musculares y recuperar la funcionalidad con movimientos similares a los del juego.
Vendaje neuromuscular (kinesiotape): Cintas elásticas aplicadas sobre la piel mejoran la estabilidad y alivian el dolor. Se usan en esguinces de tobillo o rodilla para dar soporte sin limitar la movilidad. También ayudan en tendinitis de hombro o codo, facilitando la circulación y facilitando la postura correcta. Este vendaje suele usarse junto a ejercicios específicos y otros tratamientos.
Prevención de lesiones en pádel y cuándo acudir al fisioterapeuta
Calentamiento y estiramientos: Realizar un calentamiento específico antes de jugar (trote suave, movilidad articular, estiramientos dinámicos) prepara músculos y articulaciones. Al terminar, es importante estirar para favorecer la recuperación.
Técnica y equipamiento adecuado: Aprender la técnica correcta de cada golpe reduce sobrecargas en codo, hombro y espalda
Usar la pala apropiada a tu nivel, así como calzado con buen agarre, evita movimientos incómodos y resbalones
Cambiar periódicamente el overgrip y mantener la pala en buen estado también previene lesiones.
Fortalecimiento físico: Un programa de entrenamiento fuera de la pista que potencie piernas, core y hombros equilibra las cargas del juego. Trabajar la propiocepción del tobillo y la estabilidad de rodillas ayuda a prevenir esguinces
La fisioterapia preventiva incluye rutinas de fuerza y elasticidad para las zonas más exigidas (brazo, tronco, piernas)
Escucha al cuerpo y acude al fisioterapeuta: Si sientes dolor persistente durante varios días o tienes disminución de fuerza, es recomendable consultar con un profesional. Un fisioterapeuta deportivo puede detectar desequilibrios incipientes o tratar el dolor inicial antes de que empeore
Además, mantenerse en contacto con tu fisioterapeuta cuando no hay lesión (sesiones de mantenimiento) ayuda a controlar puntos débiles. No lo dudes: pide cita en REVIVE Fisioterapia y uno de nuestros profesionales te ayudará a mejorar tu rendimiento en la pista.
En resumen, las lesiones en el pádel más frecuentes (codo, hombro, tobillo, espalda, etc.) suelen requerir un tratamiento combinado de fisioterapia. Aplicando terapia manual, electroterapia, punción seca y ejercicios específicos, el fisioterapeuta no solo acelera la recuperación, sino que también enseña al jugador a prevenir futuras lesiones. La palabra clave para disfrutar a largo plazo del pádel es cuidar el cuerpo: calentar correctamente, trabajar la técnica y fortaleza, y consultar al fisioterapeuta ante cualquier molestia
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